El 1 de septiembre de 2021 aterriza la nueva etiqueta energética en el sector de la iluminación. Te contamos todo sobre el nuevo etiquetado: el porqué de los cambios, en qué consiste la nueva escala energética, qué productos de iluminación deben llevar obligatoriamente el nuevo etiquetado energético, qué información básica contienen estas etiquetas y cómo interpretarlas.
Nuevo etiquetado energético
La simplificación de la etiqueta energética en el sector de la iluminación, volviendo a la escala inicial de la A a la G es ya una realidad. Primero fue el turno de los electrodomésticos, que ya pasaron por esta transición el pasado mes de marzo. Desde el 1 de septiembre de 2021 ya es obligatorio que toda fuente de luz incorpore la nueva escala energética.
El porqué de las nuevas etiquetas energéticas
¿Qué motivos son los que han llevado a la Unión Europea a modificar el etiquetado de estos productos?
Información más clara y comprensible
Con este cambio de etiquetado energético en la Unión Europea, se espera que la información sea más clara y comprensible para el consumidor, y que estos perciban claramente cuál es la opción más eficiente. Se había comprobado que con las etiquetas A+ y A++ la motivación a comprar aparatos electrónicos más eficientes era menor a la que había con la escala de A a G. Los “+” no dejaban tan claro el mensaje de qué producto era el mejor.
Estas nuevas etiquetas seguirán el ritmo de las mejoras tecnológicas en eficiencia energética, y serán revisadas cuando el 30% de los productos en el mercado comunitario reciban la máxima clasificación (A) o cuando el 50 % esté en las franjas A y B, para asegurar su utilidad.
Como resultado de este re-escalado de las clases, las bombillas o luminarias más eficientes (que antes pertenecían a la clase A++), quedarán asignadas como mucho a la clase B, para dejar un espacio de mejora a la eficiencia energética de los nuevos productos. Esto provocará que, la clase A, la más eficiente, quede inicialmente desierta.
Principales diferencias entre el Reglamento Delegado (UE) 874/2012 y el nuevo Reglamento (UE) 2017/1369
Una de las principales diferencias entre la nueva normativa y la antigua es que el nuevo reglamento elimina la etiqueta energética específica para las luminarias establecida en la anterior normativa.
La nueva norma distingue entre producto continente o fuente de luz. Por lo general, una luminaria es un producto continente que contiene una o varias fuentes luminosas. Pero si una luminaria no puede desmontarse fácilmente para la verificación de la fuente luminosa y su mecanismo de control, se considerará todo el conjunto como fuente de luz y, por tanto, deberán incorporar la etiqueta energética.
Por el contrario, toda luminaria considerada producto continente, estará exenta del nuevo etiquetado, pero tendrá que ofrecer instrucciones precisas de su desmontaje. A su vez, la fuente de luz que incorpore este producto continente deberá tener su propio marcado y clasificación energética. La clase energética de esta fuente de luz también deberá venir indicada en el embalaje de la luminaria, mediante la frase: “Esta luminaria incorpora una fuente de luz de clase X”.
Cómo leer e interpretar la nueva etiqueta energética
No sólo cambia la letra de la etiqueta, la nueva normativa también modifica el método de cálculo, por lo que no habrá una correspondencia directa entre las etiquetas antiguas y las nuevas.
No te preocupes, desde ALG te ayudamos a entenderlo mejor y a saber cómo leer la nueva etiqueta y qué cambia respecto a la anterior.
Diferencias entre las etiquetas energéticas
Estas son dos etiquetas del mismo modelo de bombilla:
- Límites de consumo más exigentes: En la nueva etiqueta se han redefinido los límites de consumo para poder entrar dentro de una clase energética. Es por ello que, en el caso de este ejemplo, la referencia 62022 pasará de una clase A+ (ahora inexistente) a una clase F, sin haber cambiado su eficiencia. Y es que, en el momento del lanzamiento, no habrá ninguna fuente luminosa capaz de alcanzar una clase A, ya que, de esta forma, se deja libre ese espacio de mejora para el futuro.
- Escala de Clases Energéticas:Seguirán siendo 7 clases energéticas, pero para simplificar, se han eliminado las clases A++ y A+. Ahora, la escala energética va de la A a la G. El verde oscuro indica un producto altamente eficiente (A) y el rojo uno de baja eficiencia (G). El cálculo de esta clase energética se basa en un índice de eficiencia energética (EEI) que tiene en cuenta el consumo anual de energía y otras muchas variables como por ejemplo, el tipo de fuente luminosa (LED, fluorescente, HPs,…), si la bombilla es o no direccional, si funciona directa a red o necesita un mecanismo de control independiente, si pertenece al grupo de fuentes luminosas conectadas o si es una fuente luminosa de color variable, etc.
Si desea conocer todas las variables que entran en juego en el cálculo de la eficiencia energética de una fuente luminosa, puede consultar nuestro documento de CÁLCULO EFICIENCIA ENERGÉTICA 2021 en PDF.
- Clase asignada. Señala el grupo en el que está encuadrado el producto etiquetado.
- Consumo anual de energía.Muestra el consumo energético ponderado en kWh/1000h.
Código QR. Escaneándolo se accede a más datos sobre el producto. La información aportada en la etiqueta energética será específica de cada referencia por lo que cada etiqueta deberá incluir un código QR que los usuarios podrán escanear para obtener información adicional sobre el producto en una base de datos europea. Esto implica un ejercicio de transparencia nunca visto hasta hoy por parte de las empresas, que deberán proporcionar una información muy completa y veraz sobre cada uno de sus productos y que será accesible para cualquier ciudadano de la UE.